domingo 28 de abril de 2024

NACIONALES | 24 mar 2024

SEMANAGRO

Los asesinos de la sociedad rural

El gobierno nacional recortó fuertemente a la agricultura familiar que no dio las respuestas esperadas a los pequeños productores pero si a algunos personeros de la política. Con esta medida se desperdicia la posibilidad de emprender verdaderas soluciones para terminar con la pobreza en un país rico en recursos e indigente en ideas.


Por: Redacción Semanario de Junín

PÁGINA DE SEMANAGRO PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 402 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA CORRESPONDIENTE DEL 23 AL 29 DE MARZO DE 2024.

El gobierno de Javier Milei sigue adelante con su plan de ajuste y anunció el cierre de dos organismos públicos: el Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, y el Consejo Nacional de Agricultura Familiar.

Así lo anunció esta semana el vocero presidencial Manuel Adorni y adelantó que despedirán a 900 de los 964 trabajadores que desempeñaban tareas en esos organismos.

La medida resulta un nuevo golpe sobre la “sociedad rural” no la antepasados terratenientes sino en aquella que se forjó a través de quienes son “hombres de campo” a diferencia de los “hombres con campo”.

El ministerio de Economía nuevamente abordó a la Agricultura y la transformó en una mera secretaría, para colmo a cargo de un tecnócrata, obsesivo con el negocio que nada comprende del sujeto agrario y sus circunstancias.

Las dependencias que, es cierto, guardaba un trasfondo político, no merecía terminar de semejante manera, con la motosierra podando 900 puestos de trabajo de los 964 que tenía. Y dejando en la incertidumbre a 160 delegaciones y sedes en las provincias Catamarca y Santiago del Estero.

Desde el gobierno se explicó que el 85% del presupuesto estaba destinado al pago de sueldo por lo que lo consideraron como una agencia de “empleo político” de organizaciones sociales y políticas que ofrecía poco y nada a los productores y trabajadores del campo.

Muchos coinciden que el fuerte ajuste es consecuencia del tremendo desajuste de las gestiones anteriores. De hecho la agricultura familiar comenzó a tener importancia en el país con el aporte de las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner. Se trató de una buena alternativa al avance del agronegocio y el éxodo agropecuario.

El plan motosierra de Javier Milei sigue con fuerza a 100 días del inicio de su gestión y esta vez le llegó el turno al Consejo Nacional de Agricultura Familiar

Ya lo hemos vivido en nuestras tierras con los colonos y pequeños chacareros que debieron dejar sus tierras por el avance de la tecnología destinada a la producción pero no a darle mejor calidad de vida al hombre de campo.

El sistema agrícola apuntó a la concentración de grandes capitales, las tierras no fueron únicamente para la producción sino también y en grado sumo para la especulación. Recorrer las rutas argentinas y particularmente en la pampa húmeda nos permitirá observar que no todos los campos están en producción, hay mucha tierra ociosa que sólo se constituye en un bien inmobiliario y no en uno productivo.

Ya hemos visto en otros tiempos no tan lejandos –a modo de protesta- a productores repartiendo leche, naranjas, limones, manzanas, peras, hortalizas y hasta yerba mate. Los funcionarios y los dirigentes parecen conocer sólo de cultivos de granos y oleaginosas, especialmente maíz y soja. Algo de trigo (por la fiesta del cereal) y un poco de ganadería. El campo se ha transformado en un negocio, pero para pocos.

Lo preocupante es que el campo forma parte y también fortalecía económicamente también al ejido citadino que por lo general es la cabecera del partido y que en su conjunto debieran propender al desarrollo territorial.

Pero lo cierto es que el dominio de los pueblos ha quedado en manos de las empresas multinacionales que entre ellas se reparten la mayor parte del agronegocio.

ExpoAgro, es una muestra de lo antedicho, allí se presenta la tecnología de punta que para productores medianos y chicos resulta muchas veces inalcanzable, aunque forma parte del negocio de importantes grupos que de a poco han ido copando cada centímetro de tierra.

ExpoAgro no es la exposición de los productores ni del campo, sino de las empresas que ponen allí su inversión publicitaria para vender paquetes tecnológicos que en muchos casos, no han generado más que daño ambiental.

Basándose en la falacia de la escala y la alta productividad y competitividad, han ido dejando en el camino a los empleos rurales y a los generados por cada espacio que los servía a modo de accesorios como pueden resultar los vendedores locales de insumos y servicios.

Con el desmantelamiento del Instituto se ponen en peligro más de 900 puestos de trabajo y confirma la nula voluntad de diálogo con la agricultura familiar

Esos insumos ya no se compran en las cercanías y los servicios prácticamente no se requieren. Como contrapartida los pueblos se abandonan y se mueren con la complacencia de intendentes, concejales, técnicos agrarios y los productores que han sido cercados hasta el agotamiento.

La dirigencia agraria también está agotada, tanto en lo físico como en ideas. Este “Club de Amigos” del gobierno en que se convirtieron aquellos dirigentes a los que “se le salía la cadena” después de 2008, hoy buscan excusas y se suman a los números inventados del ministerio para dar respuesta a las bases y creyendo que pueden convencer a alguien acerca de que algo ha cambiado para el campo.

Esta dirigencia agotada, al igual que la “cegetista”, también es responsable de haber entregado las tierras y los pueblos a los grupos de siembra que crecieron de manera descontrolada en la última década y lo siguen haciendo. Dirigentes y funcionarios también resultan corresponsables de los dislates cometidos en materia ambiental con una contaminación apabullante.

Seguir barriendo la basura debajo de la alfombra es lo que ha llevado a las ciudades y pueblos rurales a este estado de indefensión, donde el futuro está a cargo de empresas y empresarios y no de la gente.

Pero no sólo las empresas multinacionales están en los ministerios, sino que además están en los medios de comunicación donde a través de la publicidad digitan los temas a tratar, el lugar adónde irán ubicados y su desarrollo en el tiempo.

Cada paso está pensado para ir invadiendo el sector agropecuario y los logros han sido significativos.

La dependencia que han generado estas empresas en el sistema productivo agrario actual es prácticamente total y siguen avanzando, mientras los habitantes de las ciudades y pueblos siguen retrocediendo.

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