domingo 28 de abril de 2024

NACIONALES | 26 mar 2024

CONSUMO

A los creadores de contenidos les salió contra

El mundo de los ‘influencers’ que sonríen en hoteles y comparten comidas deliciosas ahora tiene oposición. Gana terreno en el mundo de las redes sociales su contracara: los ‘desinfluencers’ que advierten algunos peligros a la hora del consumo y las marcas empezaron a alarmarse.


Por: Redacción Semanario de Junín

Estamos habituados a verlos en las redes, mostrando lo que las marcas quieren vendernos y los utilizan por su carisma, por su simpatía, pero también porque tienen cientos de miles o millones de seguidores. Son la punta de ingreso a la manada, para vender y para eso aparecen en Resorts de lujo, probando alguna comida, o sugiriendo alguna marca.

Ahora, un nuevo fenómeno lentamente empieza a crecer en el mismo mundo, pero en otra dirección. Sin pelos en la lengua y sin falsos halagos, los antiinfluencers no aparecen en pantalla sonriendo junto a algún producto que juran infalible, sino que invitan a prestar atención respecto a nuestros consumos. En diversos rubros, estos referentes digitales comienzan a ganar audiencia y también, a preocupar a las marcas.

Desde las marcas buscan diferenciar aquellos que tuvieron una mala experiencia con algún producto, de otros que advierten del contenido, esgrimiendo buenos argumentos. Para las críticas de personas que tuvieron una mala experiencia, varias marcas ya tienen su plan de acción: hacer la experiencia de nuevo e intentar dar vuelta esa sensación, en algunos casos regalando varios artículos idénticos a los que generaron la queja o las disculpas del caso; pero también están aquellos que siempre detestarán a la marca y con los que no tiene valor razonar. “En ese caso no se puede hacer nada más que generar sentido en las redes sociales con otros creadores, para que las audiencias reciban ambos mensajes”.

Los desinfluencers ganan terreno en las redes y suman miles de seguidores que quieren conocer la otra cara de la verdad de lo que compran o consumen

Pero es distinto con los ‘desinfluencers’, porque también son creadores de contenido que sugieren las ventajas de volver a lo genuino, del valor de los productos naturales y de mostrar honestidad en su discurso con la que suman seguidores y ganan audiencias.

Cuando un mercado se satura, siempre hay quienes encuentran otra vía. Según Mariela Mociulsky, CEO y fundadora de Trendsity, esto es lo que está sucediendo entre los creadores de contenido que rechazan la cultura tradicional de los influencers. “Se está imponiendo un formato diferente de tendencia viral, donde estos creadores dan consejos sobre qué productos -sobre todo en cosmética- no valen la pena o no hay que comprar. Hablan sobre el valor del producto justificado o no, si son sustentables, si se pueden conseguir más baratos o si otros productos consiguen el mismo efecto a menor precio”, describe.

Sobre el poder de influencia de estas nuevas figuras, la especialista marca que tienen comunidades más pequeñas pero con mayor credibilidad. Y así, cobran una dimensión significativa. Para dar un panorama, en TikTok el hashtag 'desinfluencia' tiene más de 380 millones de visitas; asimismo, esta tendencia cobra fuerza en un clima económico global adverso, donde los precios se consideran fuera del alcance para el promedio de las personas.

Sobre todo, adquiere relevancia para la Gen Z (Generación Z: los nacidos alrededor del año 2000), que apuestan por un consumo más consciente.

La abogada y MG en propiedad intelectual e innovación Agustina Laboureau (conocida en redes como @lawgustine) apunta que si bien aún no hay normativa específica que regule la actividad de los influencers, existen normas que les aplican, como la de lealtad comercial, la ley de defensa del consumidor, la normativa vinculada a defensa de la competencia y, por supuesto, la Constitución Nacional. “Debemos resaltar que el artículo 14 de la Constitución consagra el derecho a la libertad de expresión que acuerda que todo habitante tiene el derecho, conforme después las reglas que reglamenten el ejercicio de ese derecho -no son absolutos-, de publicar sus ideas, pensamientos y opiniones por la prensa o por sus propios medios sin censura previa”, explicita.

Esto está por encima de los derechos marcarios. Según explica la experta, aunque la marca es un bien intangible que podría considerarse propiedad, al hacer una reseña negativa no se está afectando esa propiedad sino en alguna medida la reputación.

Según el artículo 4 de la ley de defensa del consumidor, quienes produzcan, importen, distribuyan o comercialicen cosas o presten servicios, deben suministrar a los consumidores o usuarios, en forma cierta y objetiva, información veraz, detallada, eficaz y suficiente sobre las características esenciales de los mismos.

Como no siempre pasa y a veces, los influencers remarcan ciertas ‘bondades’ de algunos productos, ‘no tan saludables ni buenos’ ahora, la contra gana terreno. Son los desinfluencers, que ganan contenido con la verdad.

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