Por: Semanario de Junín

NOTA DE TAPA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 406. CORRESPONDE A LA SEMANA DEL 20 AL 26 DE ABRIL DE 2024.

EL cruce de la avenida Rivadavia y las vías, ícono de gestiones que no pudieron resolver la partición ferroviaria de la ciudad, se transformó en el “paso de los lamentos” a partir de la búsqueda de soluciones y actualmente la obra se encuentra en una encrucijada de difícil salida, por cuestiones ligadas a la carencia de una dirigencia que sirva para construir y rompa el conservadurismo nato de grupos de presión.

Determinar la situación a partir de la cronología de los hechos no hace más que llegar a un punto de salida que tiene comparaciones odiosas con otras obras de infraestructura relevantes, postergadas en el distrito.

El resultado no es casual, sino que está íntimamente ligado a dos hechos trascendentes de los últimos años como lo es la falta de una gestión profesional a cargo del municipio, con funcionarios que son valorados por la supuesta lealtad o amiguismo, antes que por su expertise.

Cualquier empresario caerá en la cuenta de que aplicando esa fórmula en su compañía la llevaría al fracaso estrepitoso, una ecuación que en el gobierno de Pablo Petrecca está a la vista.

Justamente días atrás el intendente planteó como salida a la paralización de la obra del paso bajo nivel, la “posibilidad de vender terrenos ociosos del ferrocarril y que ese dinero se destine a la finalización de la obra del viaducto” y que “obviamente, en este caso, el Gobierno Nacional debería adelantar el dinero para que las obras inicien cuanto antes y no tener que esperar todo el tiempo necesario que esta alternativa demandaría para su implementación”.

La propuesta muestra dos cosas: una, la casi obsesiva mirada que tiene Petrecca sobre utilizar los predios del ferrocarril para desarrollos inmobiliarios privados; otra, la posibilidad de que se enfrente a un “síndrome de Peter Pan”, por intentar resolver los problemas a través de la fantasía y en algunos casos, la falacia.

En tanto el alcalde insiste (como ya es costumbre), en buscar culpables externos y victimizarse, lo cierto es que la obra, de no haber sido constantemente atacada y mandada a atacar, debiera haber sido inaugurada el año pasado, tal como ocurrió con otras similares de la provincia y que fueron licitadas en igual tiempo y con las mismas características.

Petrecca y su ex secretario de Obras Públicas, Marcelo Balestrasse (hoy en el Concejo Deliberante), son los máximos responsables de esta situación

CRONOLOGÍA DEL FRACASO

Petrecca y su ex secretario de Obras Públicas, Marcelo Balestrasse (hoy en el Concejo Deliberante), son los máximos responsables de esta situación y de las demás parálisis que soporta el distrito en materia de infraestructura en los últimos años.

Vale para ello hacer una virtual línea de tiempo para repasar la situación en torno al paso bajo nivel que se añora en Junín desde hace casi un siglo.

En mayo de 2020, a poco de anunciada la pandemia a nivel nacional el flamante ministro de Transporte, Mario Meoni recibió a Petrecca en su despacho y según la propia información municipal: “el Gobierno de Junín solicitó el financiamiento para la concreción de esta obra (paso bajo nivel) cuyo objetivo general es mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, al optimizar la comunicación entre los sectores en que se encuentra dividida Junín por las vías férreas”.

Decía Petrecca que “se busca lograr un mayor equilibrio socio económico entre los sectores norte y sur, potenciar el desarrollo del corredor comercial de calle Rivadavia y mejorar el acceso al casco céntrico ubicado al sur de las vías y el sanitario, que se encuentra al norte”.

“El objetivo específico es eliminar el riesgo que se produzcan accidentes al suprimir la interferencia vial-peatonal-ferroviaria. Mejorará las condiciones de circulación, la seguridad y el tránsito de ambulancias, patrulleros y bomberos. Obviamente, eliminará las largas colas de vehículos y demoras por la barrera baja”.

En ese momento ya se sabía que “el Bajo Nivel estaría conformado por dos calzadas para la circulación vehicular, de 6 metros libres de ancho cada una, con un separador central de 1,50 metro, con dos veredas peatonales y dos bicisendas”.

Casi un año después, en marzo de 2021, Meoni expresaba: “con mucha satisfacción quiero contarles a mis vecinos de Junín que, luego de realizado el proceso administrativo correspondiente, la UTE Lemiro Pietroboni SA - Sabavisa SA es la empresa adjudicataria para la construcción del Paso Bajo Nivel sobre Avenida Rivadavia”.

La importancia del proyecto generó que a esa convocatoria inicial acudieran seis oferentes: Pietroboni-Sabavisa, Vial Agro, Esuco, Centro Construcciones-Wei Maker, OCSA y la UTE Tecma- Pose. Todas las cotizaciones sobrepasaron el piso inferior del 10% establecido en las reglas de juego.

El monto total estipulado para la obra era de $943.524.444 y el plazo calculado para la finalización de 730 días corridos. Dos años exactos.

A fines de 2020, el petrequismo había comenzado una cruzada para que la obra no se llevara a cabo para minar la figura de Meoni

ATAQUE FURIBUNDO

Sin embargo, ya a fines de 2020, el petrequismo había comenzado una cruzada para que la obra no se llevara a cabo para minar la figura de Meoni y a la oposición en general, a pesar de que el intendente había afirmado otra cosa unos meses atrás.

El ex concejal del Frente Renovador, Patricio Fay, denunció en aquel entonces referido a la campaña contra la obra de infraestructura que “no son voces extrañas, son voces teñidas de política partidaria. Agoreros que van en contra del desarrollo de la ciudad y que buscan de manera miserable enfrentar a los vecinos contra las inversiones que Meoni trae a Junín”.

El dirigente señaló a varios dirigentes allegados a Cambiemos y a una “encuesta mal intencionada que se viralizó mediante redes sociales, que condicionaba las respuestas para obtener como resultado negativo la obra del Paso Bajo Nivel”.

Esa encuesta, denominada ‘Junín Elige’, fue organizada por el “Nodo Junín de la Red Argentina del Paisaje”, una seudo organización que decía representar la opinión de los vecinos, estaba integrada por ejemplo por la arquitecta Laura Franco, funcionaria política e integrante del gabinete municipal de Pablo Petrecca.

Y cerraba: “La historia de la política puede mostrar muchos ejemplos de dirigentes, incluso que ocuparon cargos importantes, que por el lado público muestran una sonrisa, agradecen y felicitan, pero al mismo tiempo llevan adelante una estrategia oculta de difamación y desprestigio contra aquellos que abrazan frente a las cámaras de televisión”.

La muerte inesperada de Meoni produjo un golpe certero en las internas de la política local. A partir de ese momento la “operación antiviaducto”, como la nominó por lo bajo un locutor local, ligado a los medios amigos, se incrementó.

En septiembre del año pasado, se inauguraron dos nuevos pasos bajo nivel en los municipios de Malvinas Argentinas y Pilar.

En junio de 2021, Aníbal Mendiburo, coordinador del proyecto por parte de la empresa Sabavisa, llegó dispuesto a cumplir con el contrato. “En principio, armaremos un obrador para arrancar con los trabajos previos, como son las instalaciones de cloacas, agua, gas, electricidad, telefonía y fibra óptica que deben reubicarse, tras una tramitación con cada empresa y una posterior obra para llevarlo a cabo”.

No terminó de decirlo cuando reaparecieron los dirigentes afines al petrequismo, más otros grupos de poder presionados por el gobierno local, para minar el intento de llevar adelante la obra anhelada por muchos juninenses desde el siglo pasado.

Tratando de sortear a la “máquina de impedir” que ponía reparos en el proyecto original, el ex titular de Obras Públicas de la gestión Meoni, Agustín Pinedo, dio a conocer una serie de 32 planos relacionados con la tarea y que según explicó, serían los definitivos para llevar adelante el desarrollo de la ciudad.

Pinedo destacó en aquel momento que “al publicarse la primera imagen en los medios locales de la obra propuesta por el Ministerio, me puse en contacto con mi querido amigo Mario (Meoni) y le comenté que el proyecto, a mi parecer, no se ajustaba a lo que habíamos proyectado durante su gestión como intendente” y el ministro avaló los cambios a realizar.

Esto exacerbó todavía más los celos del jefe comunal y de Balestrasse, quienes “fogonearon” la campaña a punto tal, que desde la cámara de Comercio e Industria dijeron que eran 200 los comerciantes afectados por la obra, cuando en realidad no llegaban ni a 30 según un relevamiento que haría tiempo después la delegación del ministerio de Trabajo de la Nación.

A las quejas del Ejecutivo comunal, hubo quienes se mostraron críticos como el caso del secretario general de UOCRA, Eduardo Diotti. “Ahora (se quejan) por estas obras, después será por los trabajos en las colectoras de la Ruta 7 porque dirán que les sacan estacionamiento, y así nunca vamos a tener un Junín que crezca. Esté el gobierno que esté, siempre habrá quien ponga palos en la rueda”.

En tanto, el gobierno nacional llevaba adelante en todo el país, la construcción de otros 25 pasos bajo nivel de las vías y en línea con el de Junín, daban inicio en octubre de 2021 uno en Pilar, también de la línea Sn Martín y otro en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas.

El resultado no es casual, sino que está íntimamente ligado a dos hechos trascendentes de los últimos años como lo es la falta de una gestión profesional

LAS DOS CARAS

Entonces, mientras las gacetillas de prensa municipales hoy día, indican que: “El intendente Pablo Petrecca continúa gestionando y ofreciendo alternativas al Gobierno Nacional para que retome la obra del Viaducto en calle Rivadavia”, la historia reciente no hace más que dejar al desnudo una personalidad dirigencial bastante atípica, pero no por ello desconocida, sino que se trata de un clásico de la gestión gubernamental.

Suena a falsedad frente a lo relatado más arriba, cuando el jefe comunal expresa: "No voy a parar de gestionar y golpear todas las puertas hasta que se le encuentre una solución definitiva", cuando desde su esfera de poder generó el problema.

En su discurso de apertura del período de sesiones ordinarias en el Concejo Deliberante, Petrecca le echó la culpa a la "la desastrosa gestión kirchnerista, al frente del Gobierno Nacional, Con Massa, Cristina y Alberto a la cabeza” y agregó sin sonrojarse "es algo que hace 100 años se viene planteando en Junín la necesidad de pasos directos desde uno a otro sector de la ciudad, pero lamentablemente siempre vimos fracasar los diferentes intentos. Sin dudas la concreción de una obra que permita un paso sin cortes a los vecinos sería un paso importante para la integración de la ciudad".

Una vez más el intendente de Junín, eligió culpar a los demás de su propia ineficacia también alimentada por sus obsesivos celos políticos.

Es que el relato petrequista se cae a pedazos cuando se contrasta con la realidad y se observa (no sin envidia) que en septiembre del año pasado, los por entonces ministro de Transporte, Diego Giuliano, junto al ministro de Economía, Sergio Massa, encabezaron las inauguraciones de dos nuevos pasos bajo nivel (PBN) en los municipios de Malvinas Argentinas y Pilar, los que fueron iniciados (casual y tristemente) en el mismo tiempo y forma que el de Junín.

Entonces se plantea la pregunta: ¿alguien se hará cargo y pagará semejante irresponsabilidad que llevó al fracaso a una obra emblemática para nuestra ciudad?

Incluso sea preciso interrogarse si son las vías del tren lo que divide a Junín y su desarrollo, o lo es la propia idiosincrasia de la comunidad acicateada por una dirigencia que no hace más que reflejarla en su peor versión.